RECOMIENDO LEER EL TEXTO CON ESTA CANCIÓN DE FONDO
(Adelantad hasta el minuto y medio más o menos, cuando la pieza cobra mayor intensidad)
Ahogada entre los muros de esta habitación, llorando por la asfixia de su soledad. Tratando de olvidar lo que tan sólo puedo recordar. Triste y sola, como un punto en el vacío, como un velero en la inmensidad de la mar. Recordando tus abrazos que me hicieron llorar, recordando tus besos que me hicieron estremecer. Queriendo seccionar el aire que hay entre tú y yo. Invocando al universo para que retorne ante el retrato de nuestra vida. Esos momentos en los que fuimos, esa vida que tuvimos en común.
Esos minutos en los que tan sólo pedía al mundo que jamás concluyera la visión que tenía de tu rostro. Ese momento en el que mi mundo eras tú, en el que la infinidad del tiempo llevaba tu nombre, ese momento en el que tus ojos me miraban, en el que tu lenguaje silencioso me decía bésame. Esos momentos en los que deseaba abrazarte, quererte, amarte… en los que sentía que mi cuerpo se llenaba de amor. Esos momentos en los que, esos momentos… Ese momento en el que tu vida y la mía eran una.
Ese instante en el que tu rostro acariciaba mi mirada, en el que tus labios se acercaban a los míos y sin atender a otra cosa que no fueran tus pupilas, cerraba los ojos y me envolvía esa caricia terrenal que sólo podía ser una única realidad inexistente; tus labios besando los míos.
