martes, 15 de marzo de 2011

EL OLVIDO DEL RECUERDO


Y no recordamos lo que nos dijeron que fuéramos y olvidamos los ataques cometidos y sucumbimos al paso del tiempo y la batalla que luchó contra el olvido.

Claudicamos ante todos aquellos que les atomizaron el corazón y la cabeza a golpe de martillo. Perdonamos sin saberlo a sus ya grandes aprendices que bebieron de la sangre que corría por las calles de aquella desolada civilización en la que los más fatuos entes existentes se pavoneaban entre las filas de los miles de cadáveres diseminados y abatidos. Sobre los que apenas se escuchaban sus últimos lamentos de vida pues los tapaban los felinos mortíferos de Osiris con sus aullidos hambrientos e insaciables, indicando el lugar exacto de aquella batalla que exterminó la era virginal.

Y como estampa final para aquel pulcro recuerdo la mano creadora lanzó sobre aquellos restos la llama prodigiosa que no haría más que reducir a cenizas todo el mal causado y que tras eras pasadas cambiarían aquel hedor de súplicas, cólera, sangre y extintos en el más doloroso de todos los perdones ... 


                    ... el olvido.

lunes, 14 de marzo de 2011

Precicciones futuras


La ilusión de la  vida permanece inquieta ante la marea de la desdicha. Tras la mirada felina del sonido salvaje de la luz se atenúan los pensamientos de mi caricia terrenal, que susurran las voces de mis semblantes escondidos en el bosque del miedo inexhumable

Pues la frialdad de su capricho sirvió como guía al poderoso cielo que no hizo más que devolver el castigo que tenía preparado para mi llegada entre sus manos. 

Y surgió de manera inevitable entre las ruinas de la ciudad perdida en el abismo inmenso de la infinita existencia del paraíso del gélido averno. Y con mano de hierro marcó al fuego su sentencia, quedando claudicada su voluntad y resultando infame la desventura que le llevó hasta aquel final. 

Que no demoraría en citar con su casi apagada voz la oración final que le permitiría cesar con su vida. 


lunes, 7 de marzo de 2011

Existencialismo ilusorio

Y aunque no te conozca todavía, y aunque te muestres inexistente en mi vida, y aunque transcurran mil años sin conocerte en mi retina, y aunque suenen a lamentos los trazos de mi inútil vida, te aseguro, aclamada desconocida, que el día en que te presentes en mi mundo te recibiré con la mejor de las despedidas.

Pues te habré esperado durante años, y jamás lograste encontrar el camino hacia mi cama. No quisiste saber el sendero que llevaba hacia mis sueños, olvidaste sacar la brújula de los miedos, y jamás volverán sobre ti las palabras de mi querida venida. Que no decían otra cosa, más que el silencio de tu partida.

Desde la plenitud de la nada te escribo mis pensamientos, que espero recibas amada mía, no mantengas tus sueños en el frasco de la vida, pues cuando ésta contemple el fin de sus días, perecerás, habiendo obviado, el sentido de su venida.