lunes, 14 de marzo de 2011

Precicciones futuras


La ilusión de la  vida permanece inquieta ante la marea de la desdicha. Tras la mirada felina del sonido salvaje de la luz se atenúan los pensamientos de mi caricia terrenal, que susurran las voces de mis semblantes escondidos en el bosque del miedo inexhumable

Pues la frialdad de su capricho sirvió como guía al poderoso cielo que no hizo más que devolver el castigo que tenía preparado para mi llegada entre sus manos. 

Y surgió de manera inevitable entre las ruinas de la ciudad perdida en el abismo inmenso de la infinita existencia del paraíso del gélido averno. Y con mano de hierro marcó al fuego su sentencia, quedando claudicada su voluntad y resultando infame la desventura que le llevó hasta aquel final. 

Que no demoraría en citar con su casi apagada voz la oración final que le permitiría cesar con su vida. 


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