Noches de felicidad, lunas de misterios, sueños de pasión, locura del tiempo, miedos de la pasajera ilusión que piden perdón al llanto destructivo de la pasión. Palabra impronunciable que tus labios desean escuchar, imagen sinuosa que mi vista quiere dibujar. Temblores que acechan la incertidumbre de una existencia finita por la sonrisa de la vida.
Cuán acertadas resultan las estampas de esta noche que no quieren otra oportunidad para la presunción de existencia, pues el viento llevará consigo una figura indivisible de la trágica lucha contra sí misma por una recompensa envidiable que soñará durante la vida autómata con tu partida retomada.
Nexos inconexos que pronunciados no emiten veredicto alguno excepto la irrefutable teoría locuaz de su escritura automática. Uniones distanciadas por una conjunción común, que como bien adivina el raciocinio en su acertada carrera, no tienen otro fin que ser el más excéntrico de todos los fijados.
-Athenea-
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